CLAUDEO NON PRORRUERE TERRA ... A TRADUCIR

Ir hasta Soto, perderse en el camino, llegar tarde y ver como se pone por delante tu equipo en un magnífico ensayo de Ufo hacía pensar que aunque el principio de la tarde de rugby fuese regular el final iba a ser mucho mejor, pero…. Nada de eso. El sábado, en el estupendo campo de Soto los tigres fueron gatitos, a los que les han cortado las uñas, es decir, ni gatos enfadados siquiera. De forma inexplicable el equipo dio la cara más triste que le he visto hasta la fecha, dejándose avasallar por el equipo local que parecía mucho más ineficaz de lo que luego demostró.

Jugaron:

 El partido fue bastante poco vistoso por ambas partes, pero Maná suda rugby por todos los poros y compuso el equipo de manera que a poco que los alfareros no estuvieran listos, les fueran comiendo la tostada.  En la primera parte el equipo local secó todas las acometidas de los tres cuartos y en la segunda, cuando parecía que el estado físico de los tigres iba a facilitarles la remontada, fueron los serranos los que corrían más y más veloz que los nuestros.

Paralizada la línea de tres cuartos del CRA, poco podían hacer los delanteros a los que ya les valía con mantener la integridad contra el peso de los locales y poco a poco fueron pasando los minutos sin que el tigre despertara. Cualquier balón que caía en manos de los alfareros, si la trayectoria era más o menos vertical, se iba al suelo; si se trataba de pases tendidos, se iban al suelo; si eran pases normales, o se iban al suelo o se cogían con el cuerpo pasado y hasta hubo pases al primo del amigo invisible.

Así no sólo no se dio réplica a los lanzamientos a palos que eran convertidos por su estupendo zaguero sino que mediada la segunda parte éste se deshizo de todos cuantos le salían al paso y consiguió un excelente ensayo que distanciaba en siete puntos a los locales. Aún no estaba todo perdido, se podía remontar o al menos salvar un punto, pero ni eso; ellos quisieron más y a los tigres no les salía nada, así que otro ensayo transformado ponía el 21-7 en el marcador.

En cualquier caso esto es deporte, unas veces se gana y otras se pierde; de no ser así, vaya rollo de actividad ¿no?

Queda mucha liga por delante; esto no es más que un tropezón y hay refrán muy español que dice, “tropezar y no caer, es adelantar terreno”; por eso es importante no caer en el desánimo, no caer en la rutina en los entrenamientos, no caer en la falta de espíritu anodino de corretear, en lugar de correr. Una bofetada a tiempo soluciona muchas cosas, o por lo menos era lo que decía el profe de latín cuando te daba una si no te sabias la declinación. Eran otros tiempos, pero yo no le guardo rencor; esas tortas a mí me sirvieron y me acuerdo mucho más de lo que me arreglaron que de lo que me dolieron.

Ale, jóvenes, a estudiar Latín, no vaya a ser que venga el próximo equipo, no nos sepamos la lección y el profe nos dé un coscorrón.